Frases semana santa para Martes Santo
Frases semana santa para Martes Santo. Encuentra las mejores frases de semana santa y martes santo para compartir en las redes sociales. En este día, en las liturgias se lee el capítulo 13 de San Juan, en el que se hace referencia a la Última Cena. En estos verículos, Jesús anticipa a sus discípulos la traición de Judas y las Negaciones de San Pedro. En muchas ciudades de España, este día se celebra con procesiones.
Martes Santo Frases
• Dios todavía está escribiendo tu historia. No permitas que se apague tu fe por aquello que todavía no has visto, pues tu gran milagro ya viene en camino para iluminar tu vida.
• Tú has visto con frecuencia por la noche cómo ciertas estrellas cambian su luz: tan pronto son perlas de sangre como destellos aterciopelados violáceos. Y has visto también cómo el arco iris se desplaza sobre una burbuja transparente. Así, en un tornasol inexpresable, brillaban, sobre la fisonomía inmutable de Jesús, la luz y los colores de toda nuestra belleza.

• Semana Santa es tiempo de recordar a nuestros familiares, amigos y seres queridos. Es tiempo de dar gracias por el amor y la risa que nos mantiene unidos bajo el mismo techo, que se extiende por miles de kilómetros por la gracia del Señor.
• La paz de Dios es el refugio perfecto para circunstancias imperfectas.
• Cuando te encuentres en una situación aparentemente imposible, recuerda que lo que es imposible para los hombres, es posible para Dios.
• Seamos humildes de corazón, conozcamos la palabra de Dios que nos da la clave para comportarnos como verdaderos cristianos.
• La resurrección de Cristo es perdón para los pecadores, vida para los que aceptaron su obra en la cruz, y gloria por la eternidad con Él en los cielos.
• La paz llega al corazón cuando los rumores de las promesas de Dios silencian el oleaje de nuestros temores!
• Que la Resurrección de Jesús Cristo no sea recordada solo en Semana Santa, sino todos los días de tu vida.
• El gran regalo de la Pascua es la esperanza; la esperanza cristiana que nos hace tener esa confianza en Dios, en su triunfo final, y en su bondad y amor que nada puede quebrantar.
• Cuando sientas que tu vida esté abrumada, es tiempo de orar, tiempo de ponerse de rodillas y hablar con JESÚS tu Salvador.